El presidente venezolano, Nicolás Maduro, decretó en diciembre pasado el cierre de la frontera con Colombia por 72 horas, medida que prolongó posteriormente sumando a Brasil y que fue alargando hasta el inicio del 2017.

El cierre fue ordenado por el Gobierno para evitar el ingreso al país de los billetes de 100 bolívares, lo que a su juicio eran acaparados por “mafias” en la frontera en Cúcuta (Colombia), con el fin de “comprar productos venezolanos o para imprimir dólares falsos”.

Durante el cierre de las barreras, una delegación de Roraima tuvo que enviar una comitiva a Venezuela para trasladar de vuelta a un grupo de 37 brasileños que se quedó retenido en la frontera.

Con colombia. La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, aseguró que su país no abrirá el paso vehicular de la frontera con Venezuela a raíz de la decisión del presidente Nicolás Maduro de comenzar a vender gasolina en moneda internacional en dos puntos limítrofes, pese a que el paso fronterizo fue reabierto el año pasado.