Los negocios que se mantienen en las tres primeras cuadras de la calle J-10 y transversales, del barrio Jocay, siguen trabajando en medio de los obstáculos que representan las obras que actualmente se ejecutan.
Ivette Cabrera, quien hace cinco meses instaló un bar de comida rápida en la segunda cuadra de esta vía, dice que primero le tocó lidiar con el polvo que levantaba el paso de los vehículos.
La historia se repite ahora con la reconstrucción de esta vía a cargo del municipio y la instalación de la nueva red de agua potable por parte del Consorcio Tarqui dentro del plan de reconstrucción tras el terremoto.
Ella espera que pronto se terminen las obras para trabajar sin impedimentos. Además pide que habiliten la vía al tránsito vehicular si es que no se van a continuar los trabajos por parte del municipio.
Más negocios. También Barut Alcívar, dueño de una panadería ubicada en la misma J-10 , dice que sus ventas siguen bajas, sin embargo se mantiene porque confía en que el Jocay volverá a tener el mismo movimiento comercial que tuvo antes del terremoto.
Sólo espera que se aceleren las obras que actualmente se ejecutan en las vías principales de este barrio.
Ana Montesdeoca apenas tiene tres meses de haber instalado un restaurante en la calle J-3 que comunica con la J-10- Ella dice que la vía en que se ubica su negocio está llena de materiales para la construcción.
“Este material pétreo afecta mi actividad”, dijo.
Por eso demanda que se retire el material y se avance con dicha vía.
Obras. Sara Delgado, jefe de Obras Públicas, dijo que la reconstrucción de la J-10, desde la J-2 a la J-5, tiene un avance significativo, pero los trabajos se han suspendido hace dos días porque se acerca la instalación de la red hidrosanitaria.
“No podemos avanzar y terminar este tramo de vía para después volverlo a dañar. Los negocios y habitante de este sector deben tener un poco de paciencia porque dicha instalación quedará lista en pocos días”, mencionó Delgado.