El hecho ocurrió aproximadamente a las 13h15 de ayer, en el kilómetro cuatro de la vía Quevedo - El Empalme, cerca del hotel Palmar del Sol.

Los esposos iba en el balde de una camioneta conducida por uno de sus hijos, Andrés Barcos, de 23 años, cuando por circunstancias aún no establecidas, aparentemente fueron impactados por un bus de la cooperativa de transporte de pasajeros Sucre, disco 29.

Víctimas. Debido al impacto, el cuerpo de Nilda Tuárez quedó tendido sobre la calzada. 

Ella falleció minutos después del accidente, indicó el fiscal Rolando Solís, quien acudió al levantamiento del cadáver.

Mientras que, mal herido, presentando fracturas y lesiones en su cabeza, tórax y extremidades, Jorge Barcos fue llevado hasta el hospital de Quevedo donde falleció una hora y cuarenta y cinco minutos después de la tragedia.

Choque. Narcisa Giler contó a diario El Río que su hermano, junto a su cuñada y su sobrino iban a comprar frutas en el vehículo cuando sucedió el suceso.

Afirmó que la camioneta era conducida por su sobrino y que, como pocas veces, su hermano y su cuñada viajaban en el balde.

“Supongo que iban a El Empalme o a Daule a ver las frutas. Ellos eran comerciantes, siempre viajaban a ver frutas como mangos, verde, aguacate o cualquier otro producto para luego venderlos en sus triciclos. Me dicen que mi sobrino puso la direccional y el bus los empujó,  ahí fue cuando se accidentaron”, relató llorando.

Agentes del Servicio de Investigaciones de Accidente de Tránsito (SIAT) llegaron al lugar donde a pocos pasos del siniestro estaba el bus de pasajeros, cuyo  chofer se había dado a la fuga. El conductor de la camioneta e hijo de los fallecidos fue detenido  por los agentse y trasladado hasta la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) para realizar la audiencia de flagrancia.

Testigo. Milton Sánchez, quien transitaba por el lugar,  indicó que el bus circulaba desde Quevedo con dirección a Guayaquil, cuando “la camioneta que iba rumbo a El Empalme hizo un giro en “U” para volver a Quevedo y no se percató de la Sucre, ahí fue cuando los chocaron”, refirió el testigo del hecho.

Los carros fueron llevados al patio de tránsito de la Policía, mientras que los cadáveres a la morgue de Santo Domingo. Ellos vivían en el sector Playa Grande, en la parroquia Nicolás Infante Díaz, de Quevedo.