“A pesar de dificultades que son propias de procesos tan complejos, esos trabajos avanzan”, dijo el presidente Juan Manuel Santos tras recorrer la sede de la Misión de Monitoreo y Verificación (MM&V) del alto el fuego situada en la zona veredal transitoria de normalización en La Guajira.
En ese punto, que es el más grande de los 26 lugares en los que se reunirán los guerrilleros como paso previo para dejar las armas y su desmovilización, Santos afirmó que los retrasos logísticos que impidieron la llegada de los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a los campamentos en los plazos inicialmente previstos no deben alterar el periodo de 180 días para su dejación de armas y desmovilización.
“Me han preguntado también si se va a retrasar el cronograma (...) Vamos a tratar de cumplir el cronograma de dejación de armas, eso es una decisión que tomamos las dos partes”, aseguró después de reunirse con alcaldes y líderes comunales de Mesetas, Vista Hermosa y Uribe para escuchar sus planteamientos y visiones del proceso de paz con las FARC.
ONU. Por su parte, la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Colombia separó ayer del servicio a los tres observadores que participaron el pasado 31 de diciembre en un festejo de las FARC en un campamento en el norte del país, así como a su supervisor.
“La Misión reitera su determinación de verificar con total imparcialidad los compromisos de las partes sobre el cese al fuego y de hostilidades y la dejación de armas”, indicó la ONU.