William Alfredo Mosquera Piza era un conocido triciclero en el mercado de Barrio Lindo. Desde hace un mes no andaba bien emocionalmente, su mujer lo había dejado, por lo que se dedicó a beber licor y eso lo cargaba mal, explicaron sus familiares.
El fallecido tenía la esperanza de que su mujer regresara con él, pero como nada de eso sucedió, el hombre cambió su comportamiento. “Se puso de mal genio y agresivo con todos”, señaló su padrastro Ermerjungo Falconí.
A los ochos días de haberse separado de su cónyuge con quien tuvo dos niñas de uno y dos años, William Mosquera intentó suicidarse con un cabo al interior de la misma vivienda incendiada, pero un hermano que se encontraba cerca y que se percató de lo que iba a hacer evitó la desgracia, recalcó su padrastro.
Su último día. La mañana del martes, Mosquera desayunó en la panadería de su madre Ana Lucía Piza, a quien le comentó que a sus pequeñas niñas no se las dejaban ver.
Luego acompañó a su padrastro a entregar unos dulces y le comentó que quería trabajar en una compañía privada, “pero se lo notaba cabizbajo porque no andaba bien”, agregó Falconí.
Más tarde, el difunto se retiró a trabajar en su triciclo y retornó a su casa a las 00h00 en estado etílico y con una botella de alcohol. Su primo Felipe Piza señaló que el fallecido no tenía energía eléctrica en la casa y sin embargo, lo estaba invitando a tomarse unas copas de licor dentro de la vivienda, pero él no aceptó.
Planificado. Sus seres queridos sospechan que el hombre ya tenía planificado suicidarse. Antes de encerrarse en su casa en donde se alumbraba con vela, le dijo a su primo que le obsequiaba su teléfono celular pero que lo vaya a retirar en un sector de la ciudad donde lo había dejado empeñado por cuatro dólares. Asimismo, habría llamado a su progenitora a quien le pidió que cuidara de sus dos hijas.
A las 00h30 se originó el incendio en la vivienda donde se encontraba William Mosquera. Las lenguas de fuego, provocadas presuntamente por una vela encendida, se extendieron rápidamente por la estructura de caña y madera, empezaron a contaminar a dos inmuebles más que se encontraban en el lugar.
Los vecinos del sector al sentir el calor de las llamas salieron de sus casas y al querer rescatar a la víctima no pudieron porque la puerta estaba trabada.
Ayuda. Al lugar llegaron las unidades del Cuerpo de Bomberos, pero por la complejidad, tuvieron que ingresar por la Terminal Terrestre de Babahoyo, para sofocar las llamas en un tiempo de diez minutos. Julio Rebolledo, quien estuvo encargado de la emergencia, señaló que hasta que no se haga una investigación técnica, no se pueden revelar las causas del siniestro que arrasó con tres casas.
Asimismo, se hicieron presente agentes de la Policía, que realizaron el levantamiento del cadáver que fue encontrado en la posición cubito fetal, en medio de los escombros, y fue trasladado a la morgue de la localidad cerca de las 03h30.
El médico legista de la Fiscalía, Luis Ruiz, dijo que la muerte de Mosquera se dio por una carbonización total.
Su cuerpo tenía quemaduras hasta de cuarto grado y descomposición total de restos óseos.
En la calle. Las dos familias que también perdieron sus viviendas, solo se quedaron con la ropa que llevaban puesta al momento del siniestro.
Rosendo Hurtado, de 66 años, señaló que vive solo y se encontraba durmiendo cuando se originó el flagelo. El afectado detalló que se le quemaron diez quintales de arroz para semilla que tenía guardado dentro de su vivienda.
Con las llamas, también perdió cocina, televisor, cama, una bomba de agua y otra bomba de fumigar. Hasta ayer al mediodía, ninguno de los afectados recibía ayuda de las autoridades locales