En las calles y redes sociales el calor ha sido el tema del momento. La gente habla del “solazo” que hace en el día y el agobiante bochorno que por las noches no deja dormir. 

Pero ¿quiénes sufren más por los intensos rayos ultravioleta? A criterio de varios ciudadanos, son los albañiles, porque casi siempre trabajan bajo el sol, sin una sombra que los proteja. 

Y para muestra un botón: Romelio Chimbolena tenía ayer el rostro cubierto de sudor mientras trabajaba en la nueva red sanitaria de la parroquia Tarqui. 

Estaba metido en una zanja de tierra donde el sol, que ayer alcanzó una temperatura de 33 grados, lo golpeaba en el rostro. 

Él es de la provincia de Bolívar, y llegó hace tres semanas para laborar de albañil en la reconstrucción de Manta, tras los daños provocados por el terremoto del 16 de abril. 

Chimbolena ha sentido en estos primeros días del año que la temperatura en la ciudad se ha elevado. La empresa para la que trabaja le obliga a usar equipos de protección, pero dice él que no soporta cargarlos, pues siente que se ahoga con el inclemente sol. 

Para Eduardo Vera se ha vuelto “insoportable” la temperatura solar. Por eso ha preferido cubrirse el rostro con una camisa, mientras cruza la mezcla de concreto de un lado a otro. 

El objetivo es evitar una enfermedad a la piel, como el cáncer, por ejemplo, que en Manabí reporta una mayor incidencia en los hombres, según datos de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca). Además, Vera está bebiendo mucha agua para evitar la deshidratación.  

Patricio Mero ha optado por echarse agua en la cabeza y mojar parte de su cuerpo a cada rato. Lo hace para refrescarse. También viste prendas largas y cubre su rostro. 

En ocasiones, cuando está cerca de una sombra, la aprovecha para descansar unos segundos, pero esto no es siempre. Dice que, de las ocho horas diarias de labor, apenas 30 minutos pueden estar bajo una sombra, que casi siempre es cuando les toca almorzar.

Una explicación. En las redes sociales las personas comentan que no pueden dormir en las noches debido al calor. De hecho, algunos aseguran aplicar trucos y medidas para refrescar el cuerpo y así poder conciliar el sueño. “Si no tiene aire acondicionado, ponga una toalla no muy mojada en un armador más un ventilador, y verá cómo refresca el ambiente”, escribió en Facebook María Orellana. 

Valeria Vera ha optado por vestir ropa ligera y tomar mucha agua, mientras que Gabriela Pazmiño ha preferido bañarse a cada momento, publicaron en redes sociales. 

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) informó que en estos últimos días se ha registrado un incremento importante en la temperatura a consecuencia del inicio de la estación invernal o lluviosa, publicó diario El Universo. 

Por eso no se descarta una lluvia en los próximos días, quizá hoy mismo. 

Para el ambientalista Gabriel Serrano, no se puede obviar al calentamiento global. Él cree que esto también influye en las altas temperaturas que igualmente se reportan en otras ciudades de Manabí y el país. En el caso de Manta, Serrano reconoció que la falta de árboles es un factor que agrava la situación del calentamiento.

En las calles. Hay personas que han empezado a usar parasoles y sombreros con el objetivo de cubrirse más del sol. 

Ayer la temperatura en la ciudad fue de 33 grados, aunque los rayos solares no se mostraron del todo, pero el bochorno se sentía.  

Los ciudadanos aseguran que el 1 de enero fue mayor la temperatura, porque ese día hizo mucho calor, más que en los otros.

En el Parque Central se ha observado a ciudadanos abanicarse con periódicos, pese a que en el lugar hay árboles que brindan una amplia sombra. 

Eduardo Mendoza contó que lleva dos noches sin poder dormir bien. El calor no se lo ha permitido, por eso no descarta en uno de estos días ubicar el colchón  en la terraza de su casa para dormir al aire libre. 

Lo único que teme él es que justo esa noche llueva.