Luis Benalcázar informó que el estado de su hermano es delicado, pero, aunque permanece en terapia intensiva en un hospital de Guayaquil, no pierden las esperanzas de que se recupere, porque ya intentó abrir la boca y mover los párpados. 

“Los médicos nos han informado que su recuperación es lenta y puede durar algunos meses, pero nos alienta que haya intentado mover su cuerpo”, expresó Benalcázar. 

Pese a que Joel permanece inconsciente, también quiso mover uno de los pies y estirar los brazos. 

Los médicos descartaron que tenga muerte cerebral; sin embargo, les informaron a sus parientes que presenta daños cerebrales que podrían originar otros problemas en la recuperación. “Podría perder el conocimiento, quedar con discapacidad o en estado vegetal”, agregó Benalcázar. 

Bravo tiene 20 años, vive en Urbirríos y se cayó de la malla el sábado 10 de diciembre, antes de que iniciara el partido entre Delfín y Emelec, en el estadio Jocay.

Investigación. La comisaria de Policía, Belén Mantuano, manifestó que este accidente ocurrió cuando Joel estaba subido en la malla del estadio junto con otros hinchas, y la estructura se desplomó.  Todos cayeron contra las gradas y Joel se golpeó la cabeza.  

Mantuano señaló que, luego de realizar una inspección, clausuró el estadio Jocay y solicitó una pericia para determinar responsabilidades.

“El informe de la pericia, que determina si la malla estaba apta o no para la seguridad de los asistentes, fue enviada a la Fiscalía, porque derivé la investigación a aquella entidad”, agregó Mantuano. 

El fiscal Pedro Pihuave está a cargo de la investigación, y mencionó que aún no ha definido el delito a indagar porque está recibiendo todas las pruebas.