A una semana de haber sido inaugurado el Nuevo Tarqui, el municipio detectó el alquiler de dos módulos. Así lo reveló Mery Chong, subdirectora municipal de Desarrollo Económico y Productivo. 

La funcionaria aseguró que no permitirá estos hechos en la nueva zona, ya que, recordó, los módulos son bienes públicos que no se pueden alquilar ni vender. 

Además, agregó ella, fueron construidos para ayudar a todos los comerciantes que abandonaron Tarqui tras la destrucción que provocó el terremoto del 16 de abril. “No vamos a permitir que se estén negociando los módulos por debajo de la mesa”, señaló Chong. 

Ella no dio nombres de los involucrados. Solo adelantó que habrían recibido una transacción económica por la renta de los puestos. 

“Hay las pruebas. Solo esperamos tener los documentos de esos depósitos para actuar. Sancionaremos a todas esas personas que dicen ser comerciantes pero alquilan sus locales”, manifestó.

De acuerdo a las sanciones establecidas en el reglamento interno, el municipio se apropia de los puestos para darlos a otros vendedores. 

Antes, en el antiguo mercado de Tarqui, había comerciantes que tenían por costumbre vender los espacios de calles y veredas que ocupaban para negocios. 

En el Nuevo Tarqui, construido para 1.834 vendedores, se elaboró un reglamento que prohíbe y sanciona esta práctica ilegal. 

 

>OTROS EN LA MIRA. Más de 50 comerciantes también podrían perder sus módulos, aunque no por negociarlos, sino porque no los han ocupado desde el 27 de diciembre, cuando fueron inaugurados por el presidente Rafael Correa. 

“Estos locales regresarán al municipio para entregarlos a otras personas que sí quieran trabajar”, adelantó Chong.  

Reveló que tienen una lista de los puestos que hasta el día de hoy no abren. Sus representantes serán notificados y, si en los próximos días continúan cerrados, el municipio los tomará. El reglamento señala que este proceso es válido solo cuando el negocio pasa más de 30 días cerrado, sin embargo, para Chong existe una excepción, puesto que los más de 50 locales no funcionan desde que se inauguró el proyecto. 

“Estoy segurísima de que, cumplido este procedimiento, quedarán locales disponibles para personas que realmente necesitan esos espacios para trabajar”, informó. 

Una de las interesadas es Diana Barcia, quien por 30 años, aseguró, fue vendedora ambulante de inciensos en Tarqui. Ayer esperaba en las afueras del Patronato Municipal, junto con otro grupo de personas, que le asignen un módulo. Barcia cree que es injusto no estar entre los beneficiados, y, aunque por el momento ya no hay puestos, guarda esperanza de tener uno para trabajar.