La psicóloga Mariana Bermúdez afirma que siempre al empezar un nuevo año se vienen a la mente tres deseos: salud, dinero y amor, como si esta especie de coctel “nos cumpliría el anhelo de ser felices plenamente, sin embargo, los estudios más avanzados dan cuenta de que la felicidad es un sentimiento que se experimenta justamente dejándolo fluir y viviéndolo”, detalla Bermúdez.
Recalca que así como para tener una buena salud se debe cuidar la alimentación y hacer ejercicios, para tener a la felicidad como estilo de vida es necesario alimentar la mente con pensamientos saludables, positivos y agradecidos, combinados con ejercicios conductuales que lleven a poner en práctica dichos pensamientos.
“La felicidad se vive, por lo tanto es una decisión que la podemos tomar cuando realmente queramos darle un giro a nuestro existir”, asegura Bermúdez.
Por su parte, Alberto Vélez, coach motivador, amplía que la felicidad es un estado en el que se alcanza la placidez interior.
Recuerda que no existe la felicidad al 100%, por eso recomienda aprovechar cada momento en el que sientas esa alegría inmensa, porque esa sensación es la que te ayudará a sobrellevar los momentos de tristeza.
Liza Cedeño, psicóloga, manifiesta que la felicidad absoluta no es fácil de conseguir, sino que debes apuntar a tener una vida equilibrada.
Esto quiere decir que debes aprender a vivir y convivir con todos los sistemas o entornos que forman parte de la vida cotidiana, entre estos la familia, la pareja y el trabajo. “Obtener este balance no es nada fácil, para empezar debemos aportarle el factor tiempo a cada uno de estos sistemas, luego tener retroalimentaciones de calidad con cada uno de ellos, es decir interacciones positivas. Por lo general las relaciones de pareja se desgastan si se trabaja juntos todo el tiempo o si estando con la pareja o familia solo nos concentramos en el trabajo”, concluye Cedeño.