Los afectados, quienes pidieron reservar  sus identidades por miedo a represalias revelaron que la maquinaria se la llevaron prácticamente de la puerta de la casa cuando se esperaba por la reparación de un técnico. Han pasado seis meses de ese acontecimiento y hasta la fecha no han podido recuperar el artefacto, denunciaron algunos de los moradores que viven en ese lugar. 

La dueña del inmueble, mientras intentaba lavar ropa en una tina de plástico en el portal de la casa, señaló que la zona se ha dañado y las actividades ilícitas preocupan a todo el vecindario, porque se dan casos de robo a personas, a propiedades y negocios.

Rodrigo M., dueño de una pequeña tienda en una calle sin nombre del mismo barrio, señaló que con un palo le ha tocado sacar corriendo a los delincuentes que en varias ocasiones se acercaron a su negocio con malas intenciones.

El comerciante expresó que por esa misma situación y para evitar sorpresas cierra las puertas de su local a las 19:00, porque algunos delincuentes ingresan a cometer fechorías al sector y les resulta más fácil correr para el puente de caña que queda cerca y que conecta a Babahoyo con el cantón Jujan.

María Jaramillo dijo que los delincuentes prefieren a las mujeres para robarles y  sacarles los celulares de las carteras o cualquier otra pertenencia que les llame la atención o que carguen en las manos.

“Por aquí a veces se observa a personas que caminan con mochilas al hombro, pero no se saben quiénes son porque llegan delincuentes de otros sectores de la ciudad”, reveló la mujer.  

> Zona blanca. La venta de drogas al menudeo (por dosis) continúa siendo otro de los problemas que opaca la imagen de San José. 

Rosa S., una moradora del sector, narró que todas las semanas se observa cómo algunos jóvenes de distintas edades se reúnen en los exteriores de la Unidad Educativa 20 de Enero a consumir droga a toda hora.

En cambio, Luis. V., otro habitante de la zona, agregó  que desde que llega el fin de semana parecería que hay fiesta en San José, porque los consumidores de droga se alborotan. 

“Son jóvenes de aquí mismo, porque ya conozco sus rostro”, añadió el morador.

> Piden resguardo. Cansado por la zozobra de los delincuentes, los vecinos señalaron que para que la paz retorne a San José, se requiere de la construcción de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), con un cuerpo de uniformados que estén permanentemente en la zona. 

Los comuneros revelaron además que los patrulleros de la Policía Nacional recorren muy poco estos sectores.