Desde muy temprano los bañistas empezaron a llegar a Santa Marianita, San Mateo, Tarqui y El Murciélago, cuatro playas de la ciudad que ayer reportaron mayor acogida. 

María Yeear llegó a la playa de Tarqui desde Calceta. Lo hizo en bus y en compañía de amigos y familiares. Ellos suelen pasear cada 1 de enero a cualquier parte de la provincia, y esta vez se inclinaron por las playas de Manta. Según Yeear, todos buscan relajarse después de las fiestas de fin de año. 

Yuliana Santana y su familia hicieron lo propio, llegaron a Tarqui desde Montecristi para despojarse del cansancio y estrés que dejó la celebración del nuevo año.

Orlando Pérez bebió hasta las cinco de la madrugada de ayer, por eso horas después acudió a El Murciélago con su familia. Él llegó a dormir a la playa para sacarse el “chuchaqui”, mientras sus dos hijos y esposa disfrutaban del mar. 

 

>EL COMERCIO. En las playas también se observó un alto número de turistas de la Sierra que recibieron el año en Manta o en los cantones aledaños. 

Para Galo Pinto, vendedor de sombreros, aquello es bueno, porque mientras más turistas existan en las playas, mayor probabilidad de vender hay. Él dice que el 25 de diciembre no le fue mal en el negocio. Vendió 150 dólares. Ahora aspira a que la cifra se duplique hasta hoy, cuando termina el feriado.

El alquiler de sillas y carpas también mostró ayer una alta demanda, sobre todo en El Murciélago. 

Los salvavidas recuerdan a los bañistas, antes de ingresar al mar, estar atentos al color de bandera que se ubica. Ayer estaba la roja, que representa peligro.