En vísperas de elecciones, algunas candidaturas ofertan con entusiasmo instrumentos que ayudarían al desarrollo económico. Uno de ellos las zonas francas, inclusive con la idea de declarar a Manabí y Esmeraldas como provincias zonas francas. Qué bueno que se considere esta figura como estrategia de desarrollo y crecimiento económico. ¿Por qué en Ecuador no funcionarían, si las mismas sirven para apoyar las economías de infinidad de países con diversos sistemas políticos?
Rusia, Estados Unidos, España, República Dominicana, Brasil, Chile Costa Rica y la misma Cuba, por enunciar algunos, conservan, fomentan y perfeccionan sus zonas francas para hacerlas más atractivas y competitivas. Colombia ofrece variedades de zonas francas para una o varias empresas a cambio de plazas de empleo y montos de inversión.
Se denominan zonas francas, zonas libre, zonas de exportación, zonas especiales de desarrollo; no importa su nombre, son esquemas útiles para dinamizar las economías de los territorios y han producido atracción de inversiones, empleo, transferencia de tecnología entre otros aspectos. Aquí en Manabí existen dos zonas francas que atrajeron usuarios nacionales y extranjeros y generaron logística, comercio e industria. No obstante la inseguridad jurídica por el cambio permanente de reglas, empresas nacionales y extranjeras han utilizado el sistema franco de manera correcta. Los proyectos de zonas francas captaron Inversión Extrajera y Nacional.
La antigua Ley de Zonas Francas contemplaba la existencia de zonas francas educativas, turísticas y hospitalarias; y se concretaron algunos proyectos como los aeropuertos de Quito y Guayaquil, teleférico de Quito y hospitales del Valle en Quito y Cuenca.
Suena bien hablar nuevamente de zonas francas y desde esta tribuna nos permitimos sugerir dos cosas a quienes las han incluido en su plan de gobierno: La primera, aterrizar en los conceptos de zonas francas abiertas a toda la geografía de las provincias de Esmeraldas y Manabí. Las zonas francas son consideradas subvenciones prohibidas a las exportaciones por la Organización Mundial de Comercio - OMC - y el Ecuador es firmante y adherente al compromiso de comercio sin competencia desleal. En segundo lugar, agregar al proyecto y estudio la existencia de las zonas francas verdes como un gran esquema de desarrollo sustentable para la producción pesquera, forestal y agropecuaria ecológicamente saludables, socialmente justas y económicamente viables.
Este programa de Zonas Francas Verdes es una iniciativa consagrada en la Cumbre Río-92 para el ámbito internacional y se aplica con mucho éxito en Manaus, con el apoyo e Inversión de la Zona Franca de Manaus en un modelo que requiere mayor análisis.
Si los candidatos nos pintaran más claras las ofertas y si ojalá mediante escritura pública se comprometieran a cumplirlas, los manabitas votaremos positivamente, ya que hasta ahora los políticos de Quito y Guayaquil y sus ofertas electorales ni de cerca se cumplieron.