Mauro Vargas, jefe de la Policía de Manta, indicó que delitos como el robo a personas y receptación de cosas robadas se trasladaron a las actuales zonas comerciales.
En un principio no se presentaron mayores inconvenientes, pero hace dos semana se denunciaron robos de teléfonos celulares, dijo Vargas.
Ante esta situación la Policía trabaja en coordinación con el Municipio de Manta, para brindar seguridad en los lugares donde se han apostado los comerciantes.
“La situación está controlada por el momento”, argumentó Vargas. Según el oficial, han aumentado tanto los patrullajes como el personal policial en la calle 13 y el sector de la Bahía, donde se cree están operando los delincuentes. Eusebio García, comerciante de la calle 13, manifestó que ha notado la presencia de policías, pero no ha escuchado que en el lugar se estén registrando robos. Lo que sí es notorio es que después del terremoto la actividad comercial en esta calle aumentó, aseveró García.
Vargas informó además que de los cincuenta puntos identificados en la ciudad como “Mitos de la Inseguridad”, tres estaban ubicados en la parroquia Tarqui y con el terremoto desaparecieron o se movieron a otros sitios.
Uno de ellos fue el delito de microtráfico de droga que existía en el barrio Perpetuo Socorro, lugar donde por varias ocasiones se realizaron operativos. Vargas cree que estos delitos simplemente se mudaron de lugar y con el tiempo se podrá identificar dónde se están registrando. El programa “Mitos de Inseguridad” fue aplicado en tres sectores: avenida 15 entre calles 10 y 11, el operativo fue denominado “Cochositos”. En el centro comercial La Bahía de Tarqui, donde se decomisó celulares de dudosa procedencia. En la calle 16 y avenida 20, donde se realizó el decomiso de objetos no justificados.
> resguardo. Mauro Vargas, jefe de la Policía, informó que cerca de 280 mujeres y hombres resguardan la zona cero en grupos de 70. Además del resguardo, los policías también ayudan en el traslado de enseres de las familias y brindan seguridad al momento de las demoliciones de los edificios que resultaron afectados con el terremoto.