La idea salió del invitado y exvicepresidente de la República, Alberto Dahik, quien fue contundente al decir que el crecimiento económico de la ciudad está ligado al turismo, por ello, puso de ejemplo a Golfito, una ciudad de Costa Rica que impuso este modelo y creció económicamente. 

Dahik recordó que durante su exilio conoció la historia de Golfito, una ciudad a cinco horas de la capital, donde luego de una caída abrupta en su economía basada en el cultivo del banano y las exportaciones, optaron por la creación de un mercado libre de impuestos con el fin de atraer a compradores de todas las regiones, aportando a la economía de la ciudad. 

El exvicepresidente explicó que el sector privado debe de analizar esta posibilidad, donde los compradores no tengan que pagar impuestos ni aranceles, pero que puedan acceder a dichos beneficios, con una visita física mínima a la ciudad de tres días, donde comprarán sin impuestos, pero invertirán en hoteles, comida y demás servicios mientras están en la ciudad, recibiendo en otras palabras, unas vacaciones gratis por comprar en Bahía de Caráquez. Vendiendo licores sin impuestos o ropa nacional o importada de gran calidad, personas de todo el país llegarían a la ciudad generando de por sí la movilización de personas y la venta de los servicios, así como la creación de eventos adjuntos a ese mercado libre como un evento deportivo de atracción nacional o un evento festivo, aseguró.   

Otro de los expositores, Juan Carlos Moreno, coincidió con esta idea tomando en cuenta que, según datos obtenidos por él, Bahía de Caráquez produjo en base al turismo y a la producción camaronera 50 millones de dólares en el 2015, lo que implica que los 25 mil habitantes que tiene la ciudad, no llega a los 2.000 dólares por año y 166 por mes, lo que implica que la crisis venía antes del terremoto. 

Raúl Dueñas, otro de los panelistas, señaló que crear una zona libre de impuestos traería beneficios porque habría la oportunidad de traer tours de visita, tal como sucede con Panamá, Huaquillas o Ipiales.

“Hay que remarcar dónde sería la zona de mercado libre y saber cuáles son las probabilidades de que el gobierno apoye esta iniciativa”, reveló. 

Rafael Bermúdez, panelista, dejó claro que pensar en la zona de mercado libre tomaría mucho tiempo en realizarse y no sería tan conveniente, por lo que se debería de pensar en atraer la industria y la producción empresarial. 

Leonardo Viteri, presidente de Bahía 2000, puntualizó que aunque la idea es buena, Bahía de Caráquez necesita de créditos a largo plazo para reconstruir sus viviendas, sus negocios, sus vidas sino se van a ir de la ciudad.