Pablo Chávez, morador de la zona baja de El Guayuso, recordó que fue el Gobierno Parroquial de San Isidro que construyó este reservorio, pero que ahora ha disminuido el volumen de agua que llega a la zona, lo que ocasionó que haya problemas para poder conseguir el líquido.

Desacuerdos. Chávez, quien vive con cinco personas más, mencionó que los vecinos que están cerca de la toma de agua han colocado un candado para que los demás moradores no saquen lo poco que hay en el reservorio, lo que ha generado controversia, ya que antes todos se beneficiaban, cargando agua a caballo o en carro, pero ahora ya no pueden hacerlo. 

Benito Loor, también habitante del sector, reconoció que antes se almacenaban unos 1.500 litros de agua y ahora es mínima, producto del terremoto, donde apuradamente quedan pocos litros, por lo que ahora se maneja la posibilidad de habilitar otra toma en otra zona. 

Adolfo Solórzano, presidente del Gobierno Parroquial de San Isidro, manifestó que se están haciendo las gestiones para habilitar una nueva toma que permita tener flujo constante de agua para este sector. 

Enrique Zambrano, responsable técnico de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua), manifestó que se están haciendo las solicitudes para entregar en este sector unos cuatro tanques de 2.500 litros, pedido que también se hará conocer a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo (SNGR) para dotar de un almacenamiento y que se envíen tanqueros a la zona.