“Jubilarse no quiere decir arrinconarse, dejar de vivir, dejar de ser productivo. Lo que dicen los gerontólogos es que el jubilado que se dedica al ocio obligado llega un momento en que tiene una sensación de inutilidad porque no hace nada y eso acelera el proceso de vejez”, señala Vicente Mendoza Pavón, jubilado de 71 años de edad que sostiene que tiene “la alegría de vivir”.