Lo hizo pensando en mejorar su economía con la construcción de la Refinería del Pacífico.
Bermeo imaginó montar un negocio en esa zona para captar como clientes a todas las personas que trabajaban adecentando el terreno del proyecto.
Creyó también que inaugurada la refinería el número de clientes sería mayor.
Entonces buscó una casa cercana al proyecto y la alquiló para ubicar una panadería.
Hace un año y medio el negocio quebró. Los clientes se marcharon porque el proyecto se paralizó. Ahora Bermeo vende “deditos”, muchines y corviches frente a la calle principal de la comuna. Además armó una minitienda que le permite alimentar a su familia y cancelar los 100 dólares mensuales de arriendo. En un rincón de la vivienda Bermeo conserva las vitrinas de la panadería que no descarta volver a montar.
Es que él aún guarda esperanza de ver construida la refinería, y por esa razón no abandona El Aromo.
Quien también cambió de negocio fue Luis Contreras. Él vendía comida rápida a los trabajadores del proyecto. Recuerda que las ventas eran buenas, pero tras paralizarse la obra el negocio desapareció. Ahora administra una tienda en su propia casa, mientras otra parte de su tiempo la ocupa en nuevos proyectos comerciales. Contreras lleva 12 años viviendo en El Aromo, mucho antes de que se anunciara la construcción de la Refinería que generó mucha expectativa en la comunidad.
>antecedentes. El 15 de julio de 2008 Rafael Correa, presidente de Ecuador, y Hugo Chávez, de Venezuela, visitaron la comuna El Aromo, en Manta, para ubicar la primera piedra que daba inicio a este proyecto. El tiempo ha pasado, y en el lugar de la obra soñada solo está el terreno trabajado.
El Gobierno aún no encuentra el financiamiento para la refinería, que en ese año se la presupuestó en 10 mil millones de dólares, pero en la actualidad costaría 13 mil millones, según lo ha dicho el propio Gobierno. En 2008 se anunció que la Refinería del Pacífico se construiría con la participación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Esta entidad se presentó como socio, prometiendo financiar una gran parte de los trabajos y de esta manera obtener el 49 % de las acciones.
Tras la muerte del presidente de Chávez, en 2013, el compromiso se fue dilatando y con ello el objetivo.