Ayer se anunció que la taquilla estaba vendida en su totalidad, por lo que habrá un lleno absoluto en el reducto portovejense.

Los “cetáceos” harán de local allí por tercera vez en el año, ya que el Modelo es una opción muy cara y el estadio Jocay está inhabilitado tras el terremoto.

En Portoviejo no le ha ido mal a Delfín, jugó allí dos partidos y ganó los dos: frente a Independiente del Valle 2-0, y contra El Nacional 3-1. Mañana, ante un “toro” que viene embalado, los mantenses buscarán sumar su tercera victoria. 

Será un choque en el que nadie regalará nada, y en el que ambos tienen herramientas para ganarlo. En la pizarra se prevé un partido abierto con varios goles.

Con un estilo ultraofensivo, ha obtenido buenos resultados desde que el técnico Diego Alarcón asumió el mando: tres triunfos, cuatro empates y dos derrotas. Números positivos, si se tiene en cuenta que los “cetáceos” apenas habían sumado dos victorias con su antiguo entrenador, Fabián Bustos.

Alarcón ha declarado que no le importa si al frente “está Cuenca, Emelec o Barcelona”, que él jugará de la única forma que sabe: al ataque.

Por eso ante los amarillos, advirtió, irá a buscar el cotejo desde el inicio, sin especular en lo que haga el rival. Esto hace pensar que los “cetáceos” harán goles en el cotejo. Un dato interesante es que, desde que asumió Alarcón, Delfín ha anotado goles en los nueve partidos que disputó.

Otro dato curioso es que, en los últimos nueve partidos, Delfín solo ha salido una vez con el arco en cero: fue ante Independiente del Valle, en Portoviejo. Con un equipo demasiado volcado al ataque, Barcelona podría encontrar los espacios con sus rápidos delanteros (Álvez y Esterilla), si se logran conectar con su mejor hombre en la media: el nexo Damián Díaz.

Es de largo el mejor equipo del campeonato: tiene la mejor defensa (ha recibido 19 goles), la mejor ofensiva (ha anotado 46), y es el que más ha ganado partidos (13). Todo ello lo hace líder con 41 puntos, y si gana sus dos últimos partidos será el ganador de la etapa.

Contra Delfín, es probable que Barcelona no venga a especular como suele hacerlo cuando va a la altura. El técnico Guillermo Almada impondrá un estilo de equilibrio en el que Oyola ponga las pausas, Díaz los pases y Álvez los goles. Eso en teoría, porque por delante tendrá un equipo que viene motivado y que no regalará nada. Con un equipo ultraofensivo por delante, es probable que los amarillos reciban un gol, por lo que, si quieren ganar, deberán estar finos frente al arco y concentrados en la retaguardia.