“Con la caja común el transporte en la ciudad empezará a ser un servicio”, dijo Heckel Vega, gerente de la Empresa Pública Municipal de Tránsito (EPMT).

La entidad deberá comprar un sistema que cuesta alrededor de 1 millón de dólares.

Mientras que los transportistas deberán invertir un promedio de 3 mil dólares por bus para iniciar con el cobro mediante tarjetas recargables.

Puntos de vista. Miguel Guamán, dirigente de la compañía Río Toachi, indicó que con la caja común se generarán más fuentes de trabajo. “Se deben instalar cabinas para recargar las tarjetas”, sostuvo. 

George García, presidente de Ejecutrans, señaló que la caja común es un fondo general del monto de pasajes cobrados por día en cada unidad de una cooperativa, para una posterior distribución entre los dueños de buses que operan una misma ruta.

Para la puesta en marcha del cobro sin contacto, las cinco compañías de transporte urbano han implementado contadores electrónicos en las puertas de ingreso a las unidades.

Para García, “esta es una iniciativa de los transportistas, cada máquina tuvo un costo de 2.800 dólares, pero por ahora se la está utilizando a medias porque falta el programa que debe implementar el Municipio”. 

El principal de la compañía Rumiñahui, José Verdesoto, señaló que a las cinco empresas les tocará comprar un nuevo aparato que sea compatible con el sistema que adquiera el cabildo.

La caja común se aplica en cuatro ciudades de Ecuador: Guayaquil, Quito, Cuenca y Atuntaqui.

En Santo Domingo ni usuarios ni choferes conocen del funcionamiento.

Rosa Ortega, moradora de la Santa Martha, dijo que si el cambio trae beneficios “sería bueno que se lo aplique lo antes posible”.