David Brittain y su mujer Bridget, de 86 y 84 años respectivamente, decidieron suicidarse para no pasar sus últimos años en una residencia de ancianos y, lo cual era peor para ellos, separados.
“Nuestro padre odiaba que mi madre se fuera una sola noche. Querían estar juntos. No querían estar separados”, explicó una hija de la pareja. David y Bridget se habían conocido hace 65 años y tenían 60 años de matrimonio. Ahora, las autoridades investigan el doble suicidio.