Lo resumió contundente ayer el adiestrador argentino, con un “no conozco otra manera de jugar”.

El método ha tenido hasta el momento más beneficios que perjuicios. Desde que asumió el equipo, Alarcón ha cosechado tres victorias, tres empates y dos derrotas. De la mano del argentino, los “cetáceos” han anotado 14 goles de los 24 que suman como total; es decir, dos más de los que había sumado el equipo cuando era dirigido por el técnico Fabián Bustos: sumó 12 goles en 11 partidos jugados.

Pero también es cierto que Delfín ha desmejorado en la defensa. De la mano de Alarcón, el arco de Rolando Ramírez ha encajado 14 goles, precisamente dos más de los que recibió cuando era dirigido por Fabián Bustos: 12 en 11 fechas.

GOLES. Sin embargo, el hecho de anotar más goles ha hecho que los “cetáceos” sumen en los últimos ocho partidos más victorias que las que obtuvieron con Bustos, ya suman tres. Con Bustos, en 11 partidos Delfín triunfó en dos ocasiones.

Por eso, quizás, Alarcón irá ante Cuenca, se aferra a su filosofía de ser hiperofensivo, sin temores y sin dudas, a pesar de que la última vez que subió a la altura recibió cinco tantos, después de que Pablo Saucedo fuera expulsado.

“No sé otra manera de jugar más, que no sea la de atacar con mucha gente, la de asumir riesgos. No lo voy a modificar por más que sea el Cuenca, Barcelona, Emelec o Liga”, dijo un seguro Alarcón, aunque aclaró tener los pies en la tierra después de vencer a El Nacional por 3-1.

“Hay que seguir trabajando mucho, corrigiendo, sin perder la humildad, porque el jugador ecuatoriano gana un partido y piensa que salió campeón del mundo. Esa mentalidad hay que cambiar”, dijo.

El partido ante Deportivo Cuenca se jugará mañana a las 20h00, en el estadio Alejandro Serrano Aguilar.