Tristemente hay que reconocer que el turismo, hoy por hoy, es más de gente que viene a ver con cierto morbo las casas y edificios que todavía no terminan de demolerse y que tembleques y torcidas dibujan el horizonte, teniendo como fondo al majestuoso mar.
Cómo puede ser posible que una de las arterias principales de acceso a Manta, la Av. 4 de Noviembre, a la altura del cuartel de Policía de Tarqui esté convertida en un mercadillo sucio y mal oliente, con comerciantes alojados de lunes a domingo en las aceras y parterre central de esta avenida, dando una imagen deplorable al turista que llega a Manta, y que probablemente por unos minutos piensa que se equivocó de ciudad y que está entrando a un pueblo de tercer orden, con todo respeto y cariño para las ciudades más pequeñas. Esto no debería ocurrir en Manta, una ciudad modelo que venía teniendo un progreso vertiginoso y que a pesar de lo ocurrido merece un mejor tratamiento y gestión.
Sr. Alcalde, cuando uno invita a conocer su casa, y Manta es su casa, empieza por dar una agradable impresión de entrada; creo que es inapropiado recibir al visitante con una imagen de basural y pestilencia, para luego, disimuladamente, guardando la basura bajo el tapete, conducirles a la parte bonita de la ciudad.
Fui uno de sus electores, pero las circunstancias actuales me dicen que me equivoqué rotundamente; pues, con todo respeto Sr. Alcalde, creí que usted era un ciudadano que iba a actuar con mucha mayor celeridad y prestancia para defender y solucionar los problemas que tenía Manta antes y que se empeoraron después del sismo.
Le pido, con el mayor comedimiento, que reubique a los comerciantes en un lugar donde puedan trabajar y no afecten la buena imagen, sanidad y ornato de la ciudad.
Demuestre creatividad y recursos intelectuales para hacerlo; demuéstrenos a todos los decepcionados que usted, probablemente sin los recursos económicos necesarios, supo realizar una gestión digna. Recuerde que los líderes muestran su temple en tiempos difíciles, convierta esta desgracia que pasó en nuestra ciudad en algo positivo para que las generaciones futuras lo recuerden como el alcalde que, a pesar de las adversidades, supo levantarse altivo junto al pueblo y defendió e hizo valer los derechos de esta querida ciudad.
Perdone la frontalidad de mis expresiones, pero me atrevería a decir que es el sentimiento de la mayoría de gente que vive y quiere a esta ciudad.