Activistas de derechos humanos denunciaron que el desalojo fue violento y que los cubanos sufrieron golpes y fueron arrastrados para después ser llevados en buses a la Unidad de Flagrancia, donde, según el abogado Francisco Hurtado, permanecen detenidas 104 personas.

El ministro del Interior, José Serrano, por su parte, manifestó que las personas detenidas son 63 y que ninguna de ellas poseía autorización para la “concentración pública” que llevaban a cabo.

Serrano dijo que los ciudadanos cubanos detenidos que estén de manera irregular serán deportados “inmediatamente” a Cuba. Según el ministro, el propósito de la acción es mantener el orden público en el país y evitar poner en riesgo la integridad de las personas que acampaban en ese parque.

El general de la Policía Ramiro Mantilla, de su lado, explicó que aquellos cubanos que carecen de documentos que acrediten su estancia regular en Ecuador serán llevados ante la autoridad competente para que “el juez determine lo conveniente”.

Reclamo. El abogado, que calificó de arbitrarias las detenciones, indicó que no se ha informado del motivo y argumentó que si las razones son de tipo migratorio, los cubanos no deberían estar en la Unidad de Flagrancia, donde se tramitan asuntos penales.

Imágenes de televisión mostraron a los buses que trasladaban a los migrantes, quienes se quejaban, con gritos de ayuda, por lo ocurrido.

El canciller de Ecuador, Guillaume Long, calificó el pasado martes de “sui generis” la intención de los cubanos.

“No están solicitando quedarse en el Ecuador”, sino viajar a EE.UU. vía México y “están pidiendo incluso traslado aéreo” por medio de “varias decenas” o “centenares de vuelos”, dijo el canciller.