El ciudadano dijo que él como un respetuoso de las leyes acudió a la CNT para reclamar la ausencia del servicio, y que en cuatro o cinco ocasiones le manifestaron que pronto resolverían el problema, “sin embargo el tiempo transcurre y nadie se hace eco de mi pedido”, sostuvo.

Castro radica en la calle Sucre, entre Rocafuerte y Espejo. Expresó que en dicho sector la mayoría de sus vecinos ya cuenta con telefonía convencional.

 “Alguien -cachueleros de la telefonía- me ofreció la conexión a cambio de 60 dólares, pero no puedo ponerme en esa situación”, sostuvo.

José Mendoza, por su parte, tiene un negocio en la calle 9 de Octubre y Juan Montalvo. Aseguró que desde el terremoto no tiene servicio telefónico, pero se sorprende que sus vecinos sí lo tengan. 

Jelko Loor, gerente de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT-Manabí, mencionó que hacen un trabajo muy importante con cuadrillas trabajando casa a casa, y en el caso de la zona cero hay sectores que no pueden dar atención porque existe un trabajo constante en demolición, pero a medida que el municipio va abriendo las vías, ellos llegan con el servicio.

“Nuestra infraestructura se vio afectada. Hay sectores donde no tenemos postería, canalización ni cables, ya que todo se afectó con el terremoto”, agregó. 

Con respecto a los “cachueleros”, el gerente de la CNT dijo que son personas ajenas a la entidad, que afectan a los usuarios porque su trabajo no tiene calidad, y ponen en riesgo los equipos.

Loor recomendó suspender el servicio de quienes habitan en la zona cero.