Los antivirus son programas diseñados para evitar, buscar, detectar y eliminar programas maliciosos en forma continuada. Si el usuario pone en funcionamiento dos o más antivirus con el mismo propósito, es "probable que haya conflicto, con una de dos consecuencias: uno de los dos antivirus falla en la misión de interceptar eventos (maliciosos) en el sistema, o los intentos de instalar interceptores paralelos harán que el sistema colapse".

"Simplemente puede pasar que los dos programas se contradigan: uno puede detectar algo como un malware mientras que el otro no lo hace. ¿A cuál creer? Los falsos positivos existen en todos los antivirus, así que es un tema complejo", mencionó Javier Pastor, bloguero del sitio tecnológico Xataka.