La infraestructura está terminada y fue construida por el Consejo Provincial de Manabí. Lo que falta es el personal y equipamiento, informó Augusto Pérez, jefe del área de Pediatría de la casa de salud. Todo indica que habrá que esperar un año y medio más para que funcione la sala, cuando Cristóbal Alvarado termine sus estudios como especialista en terapia intensiva para niños. “Es el único en la provincia que está estudiando esa especialización en Guayaquil”, agregó. Además de aquello, habrá que contratar personal para que atienda las cinco camas de la sala. Se requieren 10 enfermeras, tres médicos residentes y las auxiliares de enfermería. Hay que adquirir un equipo de imagenología, respiradores y monitores, manifestó Pérez. El médico señaló que la falta presupuesto del hospital ha impedido la contratación de personal y los equipos. Hay una posibilidad para que funcione aunque sea una cama en la sala, recordó. Se lo haría contratando en Guayaquil a una especialista en terapia intensiva para niños que está dispuesta a trabajar. Esa es una decisión que está en manos de la dirección del Verdi Cevallos, dijo. El hospital es el que mayor número de pacientes atiende en la provincia.