Los magistrados, jueces y abogados de Bolivia se enfrentaron ayer al presidente Evo Morales con una insólita huelga de 24 horas que tuvo un seguimiento generalizado para rechazar los ataques del mandatario, al que acusan de actuar con totalitarismo. La medida, no fue respaldada por la Fiscalía de la República que es autónoma, tampoco por los administrativos de las cortes ni el Consejo de la Judicatura.