Patiño compareció ante el Legislativo para explicar el “pativídeo”, en cuyas imágenes conversa con otras personas sobre una supuesta manipulación del mercado de deuda. “Esta conversación, que se produjo el 12 de febrero, no tiene ninguna relación con el pago de los intereses que vencían el 15 de febrero y que fueron dispuestos por nosotros el 14 de febrero”, dijo Patiño al pleno del Congreso. Mientras el ministro comparecía ante el Legislativo, la Comisión de Fiscalización de la cámara le abría el término de prueba para la sustanciación del juicio político propuesto por el diputado opositor Luis Almeida. El paso dado por el Congreso significa que a partir de ayer, la defensa y el acusado tienen cinco días hábiles para presentar las pruebas de cargo y descargo, mencionó una fuente del Congreso. De los cien diputados del Congreso, 92 asistieron a la exposición de cuatro horas del ministro Patiño, en la que ratificó nuevamente que ordenó grabar el vídeo ante la “sospecha” de que le hicieran una propuesta “ilícita”. También reiteró que, con permiso del presidente, Rafael Correa, había ordenado hacer la grabación a su ex asesor Quinto Pazmiño, que fue quien divulgó el vídeo tras ser despedido del Ministerio. “No me interesaban esas conversaciones, pero ante la insistencia y el anuncio de que podría resultar beneficioso al país, y por la sospecha personal de que podría existir una insinuación ilícita o por lo menos poca ética (...), la decidí grabar”, aseveró Patiño. Por su parte, Pazmiño ayer presentó una demanda penal en la Corte Suprema de Justicia contra el presidente Correa y el ministro Patiño, por injurias calumniosas y no calumniosas, de la cual aspira una indemnización de 10 millones de dólares, que pretende destinar a internos de las cárceles, niños y ancianos. Según éste, presentó la demanda pues fue ofendido con palabras como “canalla, ladrón, chantajista, loco, desquiciado mental…”. Aseveró también que pretende imponer un precedente, para que no se repita que una persona por mucho poder que tenga, atente contra la honra de sus semejantes, por muy humilde que sea.