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VIVIENDA
Unidades técnicas a la caza de clientes del bono
María Cedeño fue ayer a la unidad técnica Ridelcorp a conocer los requisitos para calificar para el bono. La atendió David Pinargote

En siete años como ingeniero civil, Javier Barberán no logró un contrato para ninguna obra en el sector público. Hace ocho meses decidió formar una unidad técnica que construya y mejore casas con el bono de la vivienda.

Jueves 31 Mayo 2007 | 21:04

Barberán está a la espera de que salgan los primeros 24 bonos que gestionó su oficina. Cada bono de construcción es de 3.600 dólares y la ley establece que el 15 por ciento de ese dinero le corresponde a la unidad técnica que realizó el trámite. Con el monto restante se compran los materiales y se ejecutan las obras. En la provincia hay registradas 165 unidades en la zona urbana. Este tipo de oficinas funciona desde 1999, cuando empezaron a entregarse los bonos por parte del Gobierno. La oficina de Barberán, al igual que el resto de las unidades para conseguir clientes, emplea la enseñanza del refrán que dice: “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma debe ir a la montaña”. La unidad con su trabajador social visita los barrios populares y coordina reuniones con los moradores que desean obtener el subsidio. Ridelcorp funciona desde hace dos meses y han mantenido reuniones en los sectores de El Florón. Cuenta con 40 carpetas de aspirantes al bono. “Estamos a la espera del segundo corte que es el 30 de junio”, dijo David Pinargote, encargado de la unidad. Control e irregularidades Las unidades no están exentas de irregularidades. Durante este año, 10 han sido multadas, reconoció Gregorio Cedeño, funcionario del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi). Hace dos años fueron clausuradas seis. Hubo serias anomalías en la oficina que dirigía Elio Santana en Manta. Los representantes de todas esas unidades no pueden contratar más, agregó. Hubo casos de unidades que estafaron a sus clientes y no emplearon el bono para la construcción de las viviendas, o llegaban a un acuerdo con el beneficiario y sólo le entregaba una parte del dinero para que éste por su cuenta hiciera los trabajos. Cedeño recordó que otra de las irregularidades era que el terreno tenía más de los 400 metros permitidos. Para que el Gobierno no resultara perjudicado, el Miduvi cobraba la garantía bancaria que había depositado la unidad. Esa garantía era por el monto del bono. El funcionario indicó que el ministerio realiza la supervisión de los trabajos y el beneficiado cumple la función de fiscalizador. Hay aspirantes, como María Cedeño, que recién están conociendo los trámites a realizar. Ya sabe que debe sacar primero escritura, dijo.
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