El pasado viernes, en un abordaje entre dos embarcaciones que naufragaron en la zona del río Kukra, en el Caribe nicaragüense, una indocumentada ecuatoriana, Leslie Dunia Guillén Nieto resultó muerta y fue sepultada en la localidad de Kukra Hill, junto al lugar del suceso. Otros quince ecuatorianos, entre ellos la niña de cinco años Catherine Condoy Guillén, hija de la fallecida, sobrevivieron al naufragio y fueron trasladados a Managua. La niña se encuentra en buen estado de salud en un centro de religiosas en la capital nicaragüense y las autoridades ecuatorianas se han puesto en contacto con su padre, José Holger Condoy Alarcón, para precisar los detalles de la repatriación de la menor, que de momento permanecerá en Managua. También permanecerá en Managua Juan Pablo Chacón Zúñiga, que se encuentra hospitalizado y se recupera favorablemente de las heridas que sufrió en el naufragio, y otros dos de los indocumentados, por motivos que no precisó la Cancillería. Según las autoridades nicaragüenses, en el abordaje resultaron muertas cinco personas, entre ellas Guillén Nieto, tres más están desaparecidas y 57 fueron detenidas tras la colisión entre dos embarcaciones, en una de las cuales viajaban indocumentados ecuatorianos y en la otra indocumentados chinos. Hoy mismo, la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, en declaraciones a los periodistas, pidió "a los hermanos y hermanas ecuatorianos que no caigan en las redes del 'coyoterismo'" o tráfico de indocumentados. "No se dejen convencer y no se dejen engañar por los coyoteros. Los porcentajes de éxito (para llegar a países receptores de inmigrantes) a través de estos sistemas son mínimos, pues los sistemas de control son cada vez mayores", dijo Espinosa. Por este motivo, pidió a las personas que quieren emigrar que "recurran a sistemas como el Acuerdo de Regulación de Regímenes Migratorios con España, es decir, a la emigración legal, mediada y garantizada por el Estado". "Nos duele y nos conmueve la pérdida de vidas que estamos teniendo cada semana por estas grandes aventuras de no regreso", agregó la ministra, que prometió aplicar "todo el peso de la ley a los coyoteros", a los que acusó de cometer "un delito internacional". Espinosa reconoció que "los ecuatorianos siguen deseando buscar días mejores en el exterior y creo que hay razones para ello, porque el país no ha ofrecido las garantías y el empleo necesario, pero esto va a cambiar con corresponsabilidad, paciencia, tiempo y trabajo colectivo".