Ayer Irán y EEUU celebraron su primera reunión directa desde 1980, cuando rompieron relaciones diplomáticas, y ambos consideraron que la reunión, destinada a hablar exclusivamente de Irak, fue positiva, pese a las discrepancias.
Así lo declararon los jefes de las delegaciones estadounidense e iraní en la cita: el embajador de EEUU en Bagdad, Ryan Crocker, y su colega iraní, Hasan Kazem, tras mantener tres sesiones de conversaciones que duraron alrededor de cuatro horas.
De momento, pueden apreciarse al menos dos resultados tangibles: la probable repetición de una reunión similar -según Crocker a sugerencia de Irán- y la formación de una comisión tripartita de seguridad que ayude a Irak a reforzar sus organismos de defensa.
Esto no impidió que el embajador de EEUU volviera a recriminar a Irán su apoyo a diversos grupos insurgentes en el país y que su colega iraní respondiera que las fuerzas estadounidenses han adiestrado insuficientemente a la nueva policía y ejército iraquí.