Aunque ahora la llegada de las primeras precipitaciones en el cantón le dan ciertas esperanzas.
Toapanta dice haber invertido 1.000 dólares en botas que antes, en diciembre de otros años, ya las tenía vendidas.
Este comerciante aseguró que los clientes no quieren renovar esta prenda.
Toapanta vende las botas de caucho desde 9, 10 y 11 dólares. El comerciante indicó que estas prendas son necesarias para caminar senderos lodosos y además para protegerse de alguna mordida de culebra.
Este ciudadano espera que con las lluvias caídas el último fin de semana las cosas mejoren.
Por su parte, el agricultor Antonio Martínez dijo que “la llegada del invierno nos favorece, ya que hemos sembrado maíz y arroz. En pocas semanas se cosechará y las cosas mejorarán”.
Él llegó a comprar un par de botas donde Graciela Defaz, otra comerciante de botas. “Ya hay que renovar las viejitas porque están rotas”, dijo el agricultor.