La comisión de Relaciones Internacionales no ha podido reunirse últimamente por la ausencia de la mayoría de sus miembros. En las últimas cuatro sesiones la falta de quorum impidió que estas se celebraran.
Destaca la no presencia de los asambleístas de gobierno, haciendo fracasar las convocatorias del presidente Fernando Bustamante, del movimiento oficialista Alianza PAIS, en lo que podría interpretarse como un boicot a la presencia de Bustamante en la dirección, si recordamos que este fue sancionado por abstenerse a votar a favor de las últimas enmiendas constitucionales.
Entonces habría que preguntar si dentro de la ética de los honorables está la de obstruir el normal funcionamiento de una parte de la Asamblea, como es la Comisión, en razón a diferencias de opiniones entre miembros de una organización política. De ser así, la presidenta de la Legislatura tiene que hacerse escuchar.
Porque resultaría como una falta de respeto a la Asamblea y al mismo movimiento que asegura estar trabajando por un cambio de país, cuando esas prácticas, en verdad, son viejas, de aquel tiempo que criticándoselas y satanizándoselas tanto en los discursos gubernamentales, son usadas con iguales objetivos.