Pese a que las autoridades de Salud informaron que aún no están listos los resultados de los exámenes hechos a una paciente que llegó desde Brasil aparentemente con el virus, continúan trabajando para evitar que más personas presenten los síntomas.

“En el distrito se están realizando las medidas de control de investigación de casos febriles en el sector donde habita la paciente de la que se sospecha (parroquia Bombolí)”, dijo Ángela Díaz, epidemióloga del distrito 23D02. 

Mientras se confirma o descarta la presencia del zika en Santo Domingo, la parroquia urbana Bombolí está bajo un cerco epidemiológico para prevenir posibles brotes.

“A todas las mujeres embarazadas que presenten fiebre habrá que investigarlas, dado que la enfermedad puede provocar microcefália o malformaciones en el feto durante los tres primeros meses de embarazo”, dijo Díaz.

La microcefália es una malformación cerebral que dificulta el desarrollo del bebé y cuyas secuelas lo acompañarán durante toda la vida. La enfermedad se diagnostica cuando el niño nace con un perímetro craneal de 32 centímetros o menos. 

En la parroquia Bombolí todas las tardes una camioneta realiza la fumigación ambiental. 

Mientras tanto, los dos distritos de Salud del cantón reforzarán un cronograma de mingas.

Hoy los trabajos se realizarán en Los Unificados.

El el lugar se eliminarán  vectores y se entregará el biolarvicida Bactivec. 

 

El virus zika no se transmite de persona a persona. De confirmarse el primer caso de la enfermedad en la provincia la afectada puede contagiar del virus a un mosquito y este picar a otra persona.

En la fase inicial siempre habrá que realizar los exámenes de laboratorio para confirmar los casos, pero de acuerdo al avance de la enfermedad el diagnóstico solo se hará mediante nexos epidemiológicos o por los conocimientos médicos.