El servicio de energía eléctrica no se interrumpa por las primeras lluvias, por el daño de un transformador y sin previo aviso. Tengamos un servicio ininterrumpido de agua potable abundante y que sea tan segura que podamos consumirla directamente desde el grifo.
El agua desde canales, albarradas, represas o pozos llegue a todas las fincas. Haya crédito oportuno y un sistema organizado de acopio, industrialización y comercialización de productos agropecuarios, y vías de comunicación que permitan el normal flujo vehicular todo el año.
Tengamos el aeropuerto que merecemos como capital provincial, y que el espacio actual del aeropuerto negado mantenga su nombre como parque aeropuerto para que las futuras generaciones sepan que allí existió tan importante servicio.
Dispongamos de parque industrial, teatros, apoyo decidido a las expresiones culturales, sitios seguros para la recreación familiar, y el río descontaminado y atravesado por decenas de puentes.
Seguridad para transitar por parques, portales, calles, callejones y caminos sin temor a ser asaltados: ahora estamos pagando una tasa, y en consecuencia esperamos que la nuestra sea una ciudad más segura.
Crucita y todas las parroquias sean realmente bellas, con todos los servicios básicos satisfechos.
Los contratantes y los contratistas tengan como premisas  fundamentales la honestidad, el precio justo, la calidad de obra y el fiel cumplimiento contractual. Haya trabajo, justicia y salud para todos.
En las oficinas se proporcione una atención preferencial y especializada a las personas de la tercera edad, de acuerdo a la Constitución.
No se interrumpa el tránsito normal en calles y avenidas por pregón, fiesta, desfile o sepelio. Los buses no viren a la izquierda desde el carril derecho, como en la esquina de Rocafuerte y 9 de  Octubre. Los conductores sean sancionados por el uso innecesario del pito o “acelerar” el cambio de luz en el semáforo.
La avenida Universitaria, en vez de pequeñas palmeras de raquítica sombra tenga árboles frondosos de guayacán, flor de oro, tulipán y jacarandá. Exista una densa cortina arbórea para aislar a la ciudad de muchos agentes contaminantes.
Portoviejo y el Ecuador serán mejores cuando tengamos un presidente manabita que sea un verdadero líder: honesto, trabajador, capaz, humilde, respetuoso, de diálogo y con elevados e innegociables principios morales que le permitan cumplir con todas nuestras aspiraciones.