El Tribunal Supremo de Estados Unidos pospuso ayer su decisión de tomar en consideración o no el caso de las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama en materia migratoria, una decisión que, tras su fallo, afectará a más de cinco millones de indocumentados en el país.
En caso de aceptar, y tras meses de litigios, la máxima corte pondría fin al debate sobre la legitimidad del mandatario para otorgar alivio migratorio a los jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños, así como a los padres de ciudadanos estadounidenses.