“Los buses fueron retirados de circulación y entregados en diciembre al proceso de chatarrización del Plan Renova”, informó Iván Pallaroso, gerente de Transmetro. 

 

Con la adquisición, la empresa pone en marcha la caja común. Según el documento firmado por los representantes de las cinco compañías, el proceso debía cumplirse hasta finales de agosto del año pasado. 

La flota de buses urbanos empezó a trabajar con la caja común que, según José De Luna, gerente de la Empresa Pública Municipal de Transporte (EPMT), trata sobre un fondo general del monto de pasajes cobrados por día en cada unidad de una cooperativa, para una posterior distribución entre los dueños de buses que operan una misma ruta.

De Luna explicó que el sistema es parte de un proceso que resulta de la implementación de varios elementos.

Uno de ellos son los contadores electrónicos que han sido ubicados en las puertas delanteras de algunos autobuses.

“La caja común evitará la competencia. Para optimizar el servicio no deberían haber más de 300 unidades”, dijo el alcalde Víctor Manuel Quirola en entrevistas anteriores. Actualmente hay 398 carros.

Las cinco compañías están a la espera de que la EPMT defina la redistribución de rutas y frecuencias.