El director de cine estadounidense Tom Ford el día en que se aventuró a rodar su exitosa película ‘Un hombre soltero’ se inspiró en el estilo ‘vintage’ (poco antiguo). Las casas, según la película, poseen paredes forradas en madera, suelos de agradable moqueta y sofás tapizados con terciopelo.
Ellos decoraron con tonos neutros, desde las paredes hasta las alfombras. Blancos, grises y marrones son siempre una buena mezcla.
¿El resultado? Un salón sencillo que lleva, sin duda, el sello de un hombre.