Inmediatamente el reo pasó al dispensario donde se lo estabilizó con medicación. La información que recibieron los guías es que Laz pudo haberse intoxicado luego de servirse la merienda. Cuando se creía que el caso estaba superado, el reo recayó y eso obligó a que sea conducido de urgencia hasta el hospital. Los médicos que lo atendieron informaron que el paciente presuntamente había ingerido veneno. El hermano del afectado, Javier Humberto Laz, asegura que a la comida le echaron veneno y que posiblemente fue su compañero de celda el que cometió la infracción. “Los médicos me dijeron que mi hermano tiene pocas posibilidades de sobrevivir, si aún tiene signos de vida es porque está conectado a un respirador artificial”, comentó el familiar. Horas después, mediante exámenes médicos, confirmaron que el reo no se intoxicó sino que sufrió un derrame cerebral. Javier Humberto dijo que su hermano lleva año y medio en la cárcel por el delito de tráfico de drogas y que debido a su buen comportamiento estaba próximo a recuperar la libertad. La presidenta de la Asociación de Guías, Rebeca Pico, negó que al reo se lo haya querido matar y confirmó que se trata de un hecho aislado al trabajo que se realiza en el centro de rehabilitación.