Con sus hijos a cuestas y acusados por las autoridades de utilizar a los niños como escudos humanos, los comerciantes se niegan a retirarse del predio de 80 hectáreas bajo la consigna de que lo defenderán “hasta la muerte”. Los mayoristas de Santa Anita invadieron en el 2003 la zona cuando era un terreno propiedad de la Municipalidad de Lima. En estos años han proliferado los fallos de la justicia a favor de la Municipalidad, pero también los comercios que hoy llegan a los 10.000 en el interior del recinto. La última resolución llegó este mes de mayo, cuando se ordenó el desalojo inminente y dio un plazo de tres días para cumplir la disposición, que venció hace dos semanas.