En realidad al principio no era al que querían, cuando fueron a adoptarlo habían ido por otro perro, pero era agresivo.

La historia de Pichín es triste. “A él lo encontraron en la portería de una escuela, allí dormía junto a otros perros”, contó Alexandra, quien vive en la urbanización Ciudad Verde.

“Lo cogimos con una patita mala, con tos y problemas en el oído. Era temeroso, pero dócil, lo hicimos peinar. Al inicio fue difícil, pero ya se adaptó, solo se alimentaba de comida preparada y hacía sus necesidades por todos lados”, añadió.

Ahora el can está bajo medicamentos, tiene casa y no le falta comida ni compañía, dos niños y una niña juegan a diario con él.

Alexandra pudo tener a Pichín sin pagar ni un centavo por él, a través del Movimiento Unido por la Salvación Animal (MUSA), organización que se encarga del rescate y adopción de mascotas.

Fabricio Barros, de MUSA, indicó que el motivo de su labor se debe a que existen cientos de animales desprotegidos en las calles, “muchos heridos, maltratados, atropellados, hembras embarazadas. Por su edad y situación física los abandonan, los botan a la calle, o los dejan salir para que se alimenten en basureros y hagan sus necesidades”.

Añadió que gran parte de esta realidad se debe a la falta de responsabilidad de las personas y “por no haber tomado las precauciones debidas antes de tener un animal en casa”.

Barros explicó el proceso para adoptar un perro o gato. Primero los interesados deben comunicarse con MUSA para conocer a la mascota que desean.

Una vez que se mantenga el contacto con los posibles adoptantes se realiza la calificación de requisitos.

Los miembros de la organización realizan una inspección del lugar donde va a vivir el animal.

Los interesados deben presentar copia de planilla de un servicio básico, de la cédula de identidad. “La planilla sirve como un respaldo para asegurar que sea ese el lugar donde va a vivir el perro y para hacer seguimiento”, acotó.

Luego, un representante de la familia que adopta debe firmar un compromiso de cumplimiento de las reglas: alimentar a la mascota, llevarla al médico y darle un lugar adecuado.

Además, de dedicar el tiempo necesario para el animal, “por lo menos 15 minutos diarios de atención, darle el cuidado, si es posible adiestrarlo”.

Los perros adultos son entregados esterilizados, para así evitar la reproducción innecesaria e indiscriminada.

“Si alguien de la familia no está de acuerdo en tener el animal, no los entregamos, debemos estar seguros que no sean maltratados ni física ni psicológicamente”, sostuvo. 

Cabe recalcar que los días de adopciones son los fines de semana.

Barros afirmó que  MUSA se encarga de hacer un seguimiento, en el que se realiza inspecciones periódicas, para  garantizar que el animal se encuentre en buenas condiciones.

Refirió que si las mascotas no cuentan con garantías estas son devueltas a MUSA.

“Las familias nos pueden llamar y decirnos si tienen problemas, que si el perro no se adaptó, tienen alergias, si se presentan emergencias o cambio de casa”, refirió. Recalcó que los adoptantes deben tomar en cuenta sobre todo el espacio que haya para tener al animal en buenas condiciones.