Yuri Tigua Parrales recuerda que su hermana, quien actualmente radica en Quito, fue a quien le nació la idea de recolectar los objetos, esto desde hace unos 30 años. 

“Unos los ha comprado, otros se los han regalado y otros se los ha encontrado aquí en el lugar”, dice.  Explica que la casa donde se muestran las objetos antiguos y las piezas arqueológicas es de propiedad de su hermana, que llega los fines de semana.

Al costado se encuentra la vivienda de Yuri, en cuyo patio trasero han levantado una especie de museo familiar construido con la misma caña guadua que hay en la zona. 

>ANTIGüEDADES. En los mesones de caña es donde han colocado las piezas que han encontrado los familiares y que conservan de varias generaciones. Entre ellas se encuentran balas de cañón.

Otro de los hallazgos que se ha verificado en el lugar es el de un cráneo, que se presume sea de un aborígen y decenas de piezas arqueológicas que aún no han sido investigadas para conocer a qué culturas de la identidad manabita pertenezcan, menciona Yuri Tigua.

Es que el sector de Choconcha (a unos 5 kilómetros desde el centro de Jipijapa hacia la vía que conduce a Noboa), donde vive esta familia, ha sido cuna de asentamientos de varias culturas. 

Es lo que ellos destacan por las piedras en forma de varias figuras que han encontrado desde décadas pasadas.

>HALLAZGOS. “Un tío que ya falleció fue el que se ponía a escarbar por aquí la finca y encontraba las piezas”, explica, mientras muestra una caja de cerveza de metal que también poseen. Las viviendas se encuentran en el sector de Choconcha, a unos 50 metros de los pozos que también habrían sido construido por aborígenes.

“Esperamos que llegue algún arqueólogo para que nos diga a qué cultura pertenece cada pieza”, dice este hombre, que aspira tener más apoyo para hacer de este sector un lugar turístico.