El presidente de la comuna José Arturo Barcia y su esposa Guillermina Pesántez tienen un local de artesanías, y aseguró que la mayoría de personas que vive aquí son parientes.

“Aquí prevalece el apellido Barcia”, dijo mientras mostraba artículos hechos con  caña guadua y objetos marinos como la concha.

También comercializan sombreros de paja toquilla y réplicas precolombinas, que adquieren en la parroquia La Pila de Montecristi. 

“Aquí puede encontrar recuerdos desde uno a 50 dólares”, dijo Mercedes Baque.

En un negocio de venta de agua de coco helado, jugos naturales y gaseosas, María Barcia señaló que cuando hace mucho calor aumenta la demanda.

Carlos Barcia, primo de Arturo, sólo se dedica a la pesca y lo que captura en el mar lo ofrece a los turistas en su restaurante.

“Las ventas son buenas los fines de semana. Falta más promoción turística de Salaite”, aseguró el pescador.

Otros trabajos. Otra de las actividades en Salaite es la elaboración de ladrillos.

Israel Barcia Baque indicó que en invierno  paralizan esta labor, unos 4 o 5 meses, y se dedican a la agricultura o emigran a otras ciudades como Guayaquil, donde realizan otras actividades.

El ladrillo que elaboran los pocos habitantes de Salaite es vendido en Puerto Cayo, Machalilla, Puerto López y Salango. 

Por su parte, el pescador Carlos Barcia señaló que el futuro de Salaite es el turismo y aseguró que en la comunidad hay playas con 3 kilómetros de extensión y dos pozos de agua azufrada que llaman la atención de los turistas. Esta comuna se encuentra dentro de la zona de reserva del Parque Nacional Machalilla.