Un combatiente sirio ejecutó en público a su madre, que había intentado convencerlo de que abandonara el grupo terrorista ISIS, aseguró el pasado viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La madre, Lina, de 40 años, había recorrido los 50 kilómetros que separan Tabaqa, donde residía, a Raqqa, capital de facto del ISIS, para implorar a su hijo, Ali Saqr, que volviera a casa, ante el temor de que este muriera en los bombardeos a la ciudad por parte de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. El joven, que combatió sucesivamente con los moderados del Ejército Sirio Libre y el frente Al Nosra, rama siria de Al QaEda, antes de unirse al ISIS, informó a sus superiores, que detuvieron a la mujer por “apostasía”. Tras la detención, fue el propio hijo el encargado de ejecutarla frente a cientos de personas.