“Ella se fue, quería ser libre, tener alas y terminó volando al cielo”, expresaba Danny García, la madre de la occisa, mientras relataba lo que le ocurrió a su hija.
Según la madre, hace unos cuatro años su hija partió con rumbo a Santa Elena y dejó a su cargo a su hijo de 8 años.
La mujer terminó por radicarse en General Villamil (Playas), pero se encontraba enferma de tuberculosis y estuvo bajo tratamiento médico. Falleció el 13 de septiembre del año pasado, señaló la madre.
La última vez que Danny vio a su hija fue hace varios meses, dijo.
En esa ocasión conversaron, pasaron varios días juntas y luego Angélica partió nuevamente.
“Yo me di cuenta de que estaba más enferma, pues se le notaba”, señaló.
La hija se fue y su madre quedó extrañándola.
> LA MUERTE. Danny García relató que ella es de escasos recursos económicos y una mañana de diciembre un conocido la llamó para decirle que por medio de una amiga se había enterado de que Angélica había muerto.
“No tenía dinero. Como pude pedí ayuda a los vecinos y ellos recogieron unos 20 dólares. Con eso me enrumbé en la búsqueda de mi hija. Sólo con la plata para el pasaje”, comentó Danny García.
Agregó que al llegar a Playas confirmó la terrible noticia: su hija había muerto en el hospital a causa de su enfermedad y el cadáver había sido trasladado a la morgue de Guayaquil.
Ya sin dinero, la mujer pidió ayuda a la Policía, cuyos miembros la llevaron a la morgue para que reconociera a su hija. Allá, la falta de dinero fue otro problema.
“Tenía que hacer un montón de trámites que costaban; por suerte muchas personas me ayudaron y se encargaron del papeleo”, comentó.
Finalmente, dijo la mujer, logró conseguir una caja mortuoria y cerca de las 22h00 del miércoles el cuerpo de su hija llegó para ser velado en Portoviejo; pero se quedó sin dinero para sepultarla, por lo que se estaba haciendo una colecta para reunir fondos.