El vicepresidente de la organización, Eduardo Jurado, informó que esta parte del cauce está muy estrecha producto de la acumulación de barro, por lo que, a su criterio, ante una fuerte lluvia el agua no podrá circular rápido por el río.
El dirigente explicó que el objetivo es evitar que el río se desborde por la estrechez de la desembocadura y los barrios asentados muy cerca se inunden.
Jurado dijo que hay 400 metros cúbicos de barro por retirar, y con esto se “quitarían un peligro de encima” en invierno.
Pero el dirigente aclaró que por ahora es solo una propuesta, que no han podido plantearla al municipio, porque desde el 23 de noviembre no logra obtener una audiencia con el alcalde Jorge Zambrano.
Ayer Jurado asistió al cabildo para gestionar una cita.