Un semiconductor es un elemento de la naturaleza, que en determinadas circunstancias, por ejemplo la temperatura de su entorno, puede, o no, permitir el paso de la electricidad.
Actúa como conductor, en unos casos, y como aislante, en otros.
Un semidiota es algo parecido. Un individuo que, en determinadas circunstancias, por ejemplo si entiende lo que pasa a su alrededor, puede, o no, permitir el paso de las ideas.
Actúa como persona racional, en unos casos, y como completo idiota, en otros.
Los semiconductores tienen muchas aplicaciones prácticas en el mundo de hoy. Los semidiotas también.
Así, si usted es gay, o no es; si es lesbiana, o no es; si es alto, o no es; si es gordo, o no es; si es negro, o no es; si es viejo, o no es; si es dueño de un carro, o no es; si es propietario de una casa, o no es; si es católico, o no es; hasta si es correísta, o no es… No se preocupe, el semidiota va a aparecer.
¿Y cuál es la aplicación práctica de que aparezca el semidiota, si usted es… o no es?
Resulta que el semidiota es un medidor de diferencias. Permite entender qué tan diferente es usted de él.
Porque al semidiota siempre le molesta cuando usted no se parece a él; cuando usted no es como él quiere que sea usted; cuando usted piensa o actúa de un modo que no le agrada a él.
Ahí se activa el completo idiota que hay en él, y le dice, de cualquier modo, por cualquier medio, y ante cualquier otro, cuán inferior es usted a él.
Hace todo lo posible para controlarlo y disminuirlo a usted; usted debe entender que él, y sólo él, es el dueño del barrio, de la calle, de la casa, del patio, del trabajo, de la escuela, del lugar que usted comparte con él.
Y esa es la ventaja que usted tiene sobre él.
El semidiota le ayuda a verse y a aceptarse a usted mismo, a usted misma, como usted es.
Gay, lesbiana, alto, bajo, flaco, gordo, rico, pobre, empresario, desempleado, blanco, negro, joven, viejo, católico, musulmán, eso es usted.
El semidiota ayuda a que los demás vean que usted es diferente; que entiendan que su diferencia sólo es asunto de usted; que asumirla, o cambiarla, sólo le compete a usted; que la diferencia del otro es la normalidad de usted.
Sea diferente.
Acéptese normal, como en realidad es.
Y agradézcalo. Se lo debe al semidiota que vive cerca de usted.