Explica que siempre en la evaluación de fin de año nos llenamos de diversas metas y promesas que solemos endosarle al nuevo año. 

Sin embargo, comenta, estos objetivos deben ser constantes, pues sólo así se llega a un estado de satisfacción personal.

Asegura que establecer metas realistas durante el año es la clave para ir acostumbrando al cerebro a los logros como algo habitual. 

“Planificar lo que deseas y proyectarlo a muy corto o mediano plazo, garantizará la consistencia en el alcance de los planes.  Por ejemplo, si quieres bajar de peso, establece cuántas libras y en cuántos meses quieres lograr: no es igual pensar sólo en querer bajar 50 libras, que planificar bajar 30 libras en dos meses, reduciendo 3.75 centímetros de cintura por semana. Suena más factible, más seguro, más real”, dice la psicóloga.

Marleny Arias, psicóloga educativa, indica que otro de los objetivos para el nuevo año es el de trabajar a nivel psíquico y espiritual. Agrega que lo más idóneo es olvidar lo malo y renovarse. Y esto se ve en las relaciones con los demás

“Hay que dejar a un lado el egoísmo, el rencor y empezar de nuevo. Sólo así nos sentiremos en paz con uno mismo”, explica Arias. 

Comenta que no se debe abandonar el entusiasmo en cada cosa que se haga, ya que esto creará un brillo distintivo en la mirada. 

“Debemos aprender a emprender. Si algo nos salió mal no debemos desanimarnos, sino reinventar e intentar cosas nuevas. La vida está llena de nuevas oportunidades”, puntualiza Arias.