Personal del Ala de Combate # 23 de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), levantó, desde la noche del jueves, una capilla ardiente a los pilotos Carlos Guillermo Villavicencio Jácome (26) y Pablo Ernesto Calle Alvay, ambos eran parte del escuadrón Dragones A-37. El dolor en sus familiares y amigos era incontenible, pues muchos de ellos no podían aceptar la pérdida de sus seres queridos. El accidente en el que perdieron la vida los pilotos, se registró el jueves, a eso de las 13h00, cuando ambos realizaban prácticas en un avión de combate Cessna A-37-B. Los dos ocupantes murieron de manera instantánea. Ahora se espera los resultados de las investigaciones, que lleve a cabo una comisión especial, que ya está conformada. Se formó una Comisión Eduardo Cárdenas, comandante del Ala de Combate # 23, dio a conocer la nómina de quienes podrían conformar la comisión investigadora del accidente. La lista preliminar está compuesta por: Manuel Coral, de la base de Taura; Patricia Conterón de la base de Salinas; y de la base del Guayas, Jorge Veloz y Galo Larco. Cárdenas indicó que no descarta que a este grupo se unan otras personas, quienes deberán determinar si el accidente se registró por falla humana, meteorológica o mecánica. Pues dijo que era muy pronto para sacar conclusiones de lo que pudo originar la desgracia, aunque destacó que en máximo 30 días, la comisión tendrá los resultados de la investigación. Los compañeros y miembros de la FAE después de rendir honores a los fallecidos, embarcaron los cuerpos en un avión, mientras que otra nave transportó a los familiares, además de Eduardo Cárdenas, quien acompañó a los deudos hasta Cuenca. Recién casado Entre los datos que se conocieron, se supo que Ernesto Calle no tenía mucho tiempo de haber contraído matrimonio. Su esposa, terriblemente afectada, gritaba “así yo no te esperaba”, mientras sus familiares la consolaban.