Edwin García, dirigente de la ciudadela, informó que según el convenio del proyecto, a las 277 familias del sector les correspondía aportar con 26.700 dólares. Sólo se recaudó parte de ese dinero por lo que el Municipio tiene previsto cobrar a los deudores a través del pago de los predios urbanos. El Promib lo lideraba el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), que aportó con el 70 por ciento del dinero y el resto la municipalidad y la ciudadela. El remanente El convenio también establecía que debía quedar un remanente de 137.000 dólares para imprevistos. García dijo que esos recursos fueron utilizados en las obras, especialmente en la compactación del suelo y la iluminación del parque. Los estudios del suelo señalaban que el agua se encontraba a seis metros del subsuelo, por lo que no había inconvenientes para construir el parque, pero luego se comprobó que sólo estaba a dos metros por lo que se tuvo que utilizar más material para la compactación, indicó. En Los Cerezos se construyó el alcantarillado sanitario y pluvial, un edificio para las reuniones de la comunidad y vías peatonales. También fueron formadas dos microempresas: un comedor y una cerrajería. Mercy Gavilanes fue una de las cinco mujeres que empezaron a trabajar en el comedor y la única que ha quedado administrándolo. Manifestó que pocos clientes van a almorzar, entre 12 y 15 cada día, por lo que las demás compañeras decidieron retirarse por la escasa rentabilidad. El Promib fue un proyecto que se ejecutó como plan piloto en varios cantones del país con un préstamo del Banco Mundial (BM). En Manabí también se lo realizó en Manta en la ciudadela Urbirrios. El actual gobierno de Rafael Correa planea desarrollar el proyecto de manera masiva.